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LECCION 10. EL ACUSATIVO DE DIRECCION

10.1. El acusativo de dirección

 

Cuando en una oración el verbo expresa movimiento, la palabra que indica el lugar, la persona o la cosa en cuya dirección se produce la acción del verbo se marca en acusativo, que recibe el nombre de acusativo de dirección. Sin embargo, cuando la dirección se indica mediante una preposición explícita de dirección, como es al (a, hacia), ĝis (hasta), tra (a través), el acusativo de dirección no se utiliza.


Li iris ĝardenon 
Él fué al jardín
La viro iris Bostonon
El hombre fue a Boston
Li estis en la gxardeno, kaj kuris en la domon
Él estaba en el jardín, y corrió a la casa
Gxi ne estas sur la tablo, ĝi falis sur la plankon
No está sobre la mesa, se cayó al suelo
Ili falis sub la tablon ĝis la planko
Se cayeron bajo la mesa hasta el suelo
Mi iris tra la domo en mian cxambron
Me fui a través de la casa a mi cuarto

 

10.2. El artículo en lugar del posesivo

 

A veces el poseedor está tan claro en una frase que es redundante utilizar el posesivo, como en la frase "Todas las mañanas me lavo mi cabeza", usándose en su lugar "Todas las mañana me lavo la cabeza". En esperanto ocurre igual.

Mi lavas la vizaĝon
Me lavo la cara
Li skuas la kapon
Él sacude la cabeza
Mi donis ĝin a la patro
Se lo dí al (a mi) padre

 

10.3. Aposición

10.4. Vocabulario

    arabo    árabe    meti    poner, colocar
    baldaŭ        pronto    nazo    nariz
    Bostono        Boston    nur    solamente
    frato        hermano    puŝi    empujar
    kamelo    camello    trans    a través, de un lado a otro
    kapo        cabeza    tuta    entero, completo
    kolo        cuello    urbo    ciudad
    korpo       cuerpo    varma       cálido, templado


10.5. Lectura y su traducción

 

LA ARABO KAJ  LA KAMELO.

  Arabo sidis en sia domo en la urbo. Apud domo trans la strato li vidis kamelon. La kamelo iris trans la straton ĝis la pordo, kaj diris al la arabo, ”Frato, mi ne estas varma, mi volas meti nur la nazon en vian varman domon.”

  La arabo skuis la kapon, sed la kamelo metis la nazon tra la pordo en la ĉambron. La kamelo komencis puŝi sian tutan vizaĝon en la domon. Baldaŭ li havis la kapon ĝis la kolo en la domo. Post la kapo iris la kolo en ĝin, kaj baldaŭ la tuta korpo estis en la domo. La arabo estis kolera, ĉar li ne volis havi tutan kamelon en sia domo. Li kuris al la kamelo, kaptis lin, tenis lin, kaj diris, ”Frato, vi volis meti nur la nazon en mian domon. La ĉambro ne estas granda sed ĝi estas la mia, kaj mi preferas sidi en ĝi.” ”Via diro estas bona,” diris la kamelo, ”via domo ne estas granda, sed ĝi estas varma, kaj mi ŝatas stari en ĝi. Mi preferas stari kaj kuŝi en ĝi, kaj mi donos al vi mian arbon trans la strato. Ĉu vi ne volas iri sub la arbon?” Kaj la kamelo puŝis la arabon de lia domo en la straton de la urbo. La kamelo nun trovis sin en varma ĉambro, sed la juna arabo staris trans la strato kaj ne estis varma.

Un árabe se sentó en su casa en la ciudad. Cerca de la casa, a través de la calle, él vió un camello. El camello fué a través de la calle hasta la puerta y le dijo al árabe: "hermano,  estoy destemplado; tan sólo quiero meter la nariz en tu caliente casa"

El árabe sacudió la cabeza; pero el camello metió la nariz tras la puerta, en la habitación. El camello comenzó a meter toda su cara en la habitación. Pronto tenía la cabeza hasta el cuello en la habitación. Tras la cabeza fué el cuello, y pronto tenía todo en cuerpo dentro de la habitación. El árabe estaba enfadado, pues no quería tener el camello entero en la casa. Él corrió hacia el camello, lo cogió, lo retuvo y le dijo: "Hermano, tú querías meter tan sólo la nariz en mi casa. La habitación no es grande, pero es la mía, y prefiero estar en ella". "Tus palabras son correctas", dijo el camello, "tu casa no es grande, pero está caliente, y me gusta estar en ella. Prefiero quedarme y tumbarme en ella, y te doy mi arbol en el otro lado de la calle. ¿No quieres ir bajo el árbol?"

El camello empujó al árabe de su casa a la calle de la ciudad. El camello entonces se encontró en una habitación caliente, pero el jóven árabe estaba en la calle, y no estaba caliente.

 

 

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